Dispongo mi corazon a seguirte Señor.
Salmo 119:132-133
132 Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre.
133 Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Soy el barro Señor y tú eres el Alfarero. Escudriña mi corazón y ve en el lo que Allá que tengas que cambiar. Enseñame a creerte y confiar en tu palabra. Qué pueda deleitarse mi alma en tu verdad. Hazme conocer tu propósito y a cumplir tu voluntad. Guiame por el camino recto y de integridad. Cuida que mis pies no me resbalen. Porqué débil soy y necesito tu cuidado oh Señor.
Endereza lo torcido. Profundamente Penetra mi corazón. Haz que vea tu misericordia y que no dude mi corazón.
Pues soy torpe e ignorante y muchas veces he vuelto atrás. El temor se a apoderado de mi pensar. He vivido tanto tiempo con una fe inestable y frágil a sido mi perseverar. Pues cuando surgen los tiempos malos se me olvida tu fidelidad. Más tu oh Dios no eres así. Tu eres Digno de adorar. Eres igual siempre, Ayer, Hoy y por la eternidad.
Tu fidelidad no depende de mí inestabilidad. Pues conoces que del polvo me creaste y que tu amor esconde mi debilidad.
Fue tu sangre que en el Calvario, desató esta verdad, Diga el débil que es fuerte y el pobre que dueño es de las riquezas de tu Redención.
Redimido por tu gracia. Comprado a por la sangre somos. Somos más que vencedores en aquel que nos amo.
El momento, ni la experiencia por más dolorosa sea, no podrá impedir que tu presencia nos infunde paz en las tormentas. Es por ese sacrificio que tenemos el acceso, pues puedo entrar confiadamente al trono de La Gracia.
Que dicha la del cristiano… Que gran bendición tenemos, que El Rey del universo tiene de nosotros compasión.
Bendición y vida eterna, restauración y su benevolencia. Cristo es nuestro gran Héroe el que cambia los destinos. Su Amor incomparable sacia el alma descarriada… tiene gran misericordia y salva a las vidas de desgracia.
Bendecido seas Jesus porque a has tomado lo perdido y le has dado nuevo propósito. Déjame oír tu voz, y buscarte siempre a ti, oh Dios. Pues te quiero agradar. Con mi vida yo deseo darte honra y toda la gloria, pues de lo torcido has creado una nueva criatura. Crea en mi un corazón limpio y renueva tu Espiritu en mi. Dame el gozo de mi salvación y acuerdame tu bondad. Permíteme servirte y ser testigo de tu verdad, para que otros lleguen a tener la gran oportunidad, de escuchar de tu Palabra… De tenerte por su Dios. De poder caminar en el camino de tu gran verdad.
Good stuff!
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