Él me amo, Me hizo limpio en Él

Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Isaías 53:2‭-‬6

Culpable….
Culpable fui.
Mi pecado y mi rebelión delante de ti estaba.
Fui necio. Entregue las fuerzas de mi juventud a la perdición.
Más tú Señor, te entregaste.
Tú te humillastes.
Te rebajastes y viniste a posar en cuerpo hecho de barro.
Te desvaciastes de amor por mi.
Derramastes tú sangre en la cruz del Calvario.
Allí entregaste tú espíritu y dijiste al Padre Consumado es. Recibeme….
Ya sea, la obra que tenias por delante la cumpliste hasta el último momento.

En delitos y pecados desperdicie yo mi vida. Mi alma creyendo ser justa, me engañe así misma, a lo que no te agrado.
Mas tú amor fue hasta lo extremo. Tú amor se mostró en que mientras eramos pecadores y destituidos de la presencia de Dios, tú Jesus te sacrificastes por nosotros.

Oh, amor tan grande y grato. Amor desbordado por mi.
La libertad compraste. Nos llamas a ser limpios de le lepra que es, el pecado.
Nos lavas en tú sangre y nos haces nacer de nuevo. Raspas todo lo vil y lo sucio y dejas una vida nueva, limpia y justa. Oh, cuan maravilloso es tú amor Jesus. El Padre te envio. Pero tú te entregaste.
Pues la paga del pecado es muerte. Pero tú eras inocente. La muerte no tenía autoridad sobre ti. Más tú te distes tú mismo. Te derramastes por mi.

Bendito sea Dios, el que no miro mi culpa sino, vio solo el Amor del Padre. Y en su plan eterno nos redimió.

Limpios por la fe que Él mismo puso en nosotros.
Cayerón las escamas de nuestros ojos. Nuestros oídos escucharon la verdad. Nuestro corazón fue hecho nuevo y creimos que Jesus es el hijo de Dios, el que quita el pecado del mundo.
Resucitados pues por la fe, tendremos paz con Dios.
Bendito sea Jesus. Alabado su santo nombre.

Provocado por una conversación con mi Mami Luchy Negron

Él me amo, Me hizo limpio en Él

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

Blog at WordPress.com.

Up ↑

%d bloggers like this: