Publicado por Hna. Deborah Negron- Hija de Dios
Junio 27, 2022
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
1 Corintios 15:54-55
Nuestra consolación. Cristo es el objeto de nuestro caminar. El es la meta al quien queremos alcanzar. El es el galardón eterno y nuestra ciudad eterna es su morada. A la diestra del Padre se sienta untercediendo por los santos. Allí también intercede por una humanidad caída y desviada.
Cuan eterno es su amor y cuan maravillosas sus sendas. Nos va guiando en esta vida y aún más allá de la muerte. Entendemos que sus caminos son más altos que los nuestros y sus pensamientos son sublimes y puros. El nos va guiando de gloria en gloria. Y cuando cruzemos al otro lado del Jordan eterno entraremos a la ciudad santa y eterna a morar con Él. No hay más lamento alli, ni entrara la tristeza. Allí solo abra una perpetua alegría y un gozo eterno. Alli toda lagrima enjugar y todo dolor sera disipado. Alli las memorias dolorosas de nuestro trajecto terrenal quedara en el olvido para siempre.
Seremos vestidos de las vestiduras immortal.
Y no tendremos más necesidad. Porque El Eterno, El Padre de Toda Consolación será con nosotros y estaremos en Él por siempre.
El gozo comienza aquí en esta tierra. Pero nunca termina sino, que es más elevado, más complejo y completo.
El que camina con Cristo no teme a la muerte, ni le es aún obscura.
No, para el creyente la muerte es solo la puerta a la eternidad. Es un grado más alto y sublime. Es el premio de ser hijo/ja de Dios.
¿Estas listo / lista para ver a tu Dios cara a cara?
Estas preparado si te llegase ese momento.
Escudriño mi propio corazón. Te aliento a que hagas lo mismo. Hoy es el día de Salvación. Mañana puede ser muy tarde.
Está ya designada la hora de tu partida. No puedes decidir tu. No esta en nuestras manos sino en las manos del Señor.
¿Conoces con certeza adonde vas a ir cuando cierren tus ojos?
Adonde los abrirás?
¿Estas seguro que tienes vida eterna?
La Palabra nos dice,
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
S. Juan 3:16-18
¿Conoces a Jesús como tu Salvador?
Si no es así, todavía tienes esta oportunidad. Acepta su oferta de perdón.
Todos hemos pecado. Todos hemos caído en maldad. Aún el mas inocente delante de Dios tiene culpa. Mas hoy te dice La Palabra…
Ven…
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Isaías 1:18
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9
Te invitó a que te pongas a cuentas con Dios.
Oro que le conozcas.

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