¿En Quien Confiare?
¿Adonde Miraré?
Por Hna. Deborah Negron M.A.
10/27/2020
Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece. Él enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa; Selah Dios enviará su misericordia y su verdad. Mi vida está entre leones; Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua espada aguda. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria. Red han armado a mis pasos; Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos. Selah Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos. Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana. Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones. Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad. Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria.
Salmos 57:1-11
Me encanta David. Sus aflicciones y su manera de responder a lo dificil me enseña tanto.
David estaba siendo perseguido por Saúl. El estaba atravesando un tiempo de crisis. Lo acosaba el miedo, el cansancio, quizas el hambre y la sed. Huir de uno que te persigue, para matarte, no es cosa facil.
Sin embargo, vemos que en medio de reconocer que estaba en peligro y en tiempo de tribulacion, David nos demuestra como depender de Dios.
En este salmo y en otros, vemos como él definía claramente el problema. No negaba su realidad. No negaba su posicion. No decia todo esta bien. Él veia claramente como de duro estaba su situacion.
Estamos en tiempos difíciles. Estamos en tiempos donde el mal parece ser que arropa la tierra…
Sí, algunos hemos perdido seres queridos y esto duele. Otros estan muy enfermos. Hay algunos que tienen escasez. Hay dolor para muchos de soledad. La depresion es lo primero que pudiera arrestarnos.
Pero hagamos como David!
David vio su poblema pero miró hacía los cielos.
David no nego su realidad, sino que, se aferró del quién lo había escogido. En su debilidad miró vio al fuerte. En su miedo miró y vio a su defensor. En su incertidumbre miró hacía aquél que es El Hacedor del Universo.
Alzare mis ojos a los montes!!!! Alzare mis ojos al que viene por mi!
La Trompeta sonará! El deseado de las naciones esta a las puertas! Anuncio hoy que Su Nombre es Santo, Rey Eterno, Principe de Paz. Eres mi consuelo Señor. Eres mi refugio mi Dios!
Como David digo, “Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos. Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana. Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones!”
Mi Papá a partido con El Señor. Esto duele. No lo vere en este lado de la eternidad mas. Pero mis ojos estan en Él que Vencio La Muerte. Jesus Resucitó. Y como Resucitó, sabemos que le veremos Cara a Cara.
Lloramos pero no como los que no tienen esperanza.
La Palabra nos acuerda,
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
1 Tesalonicenses 4:13-18
Romanos 8
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:37-39

Tenemos el Amor del Señor. El amor de sus hijos y El Consuelo de Su Espiritu!
Decimos como nuestro consuelo… Maranatha!!!
Cristo Viene.
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