Publicado por Hna. Deborah Negron
Febrero 15, 2019
Salmos 116:1-2
Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas; Porque ha inclinado a mí su oído; Por tanto, le invocaré en todos mis días.
Sólo El conoce lo profundo de mi corazón. Sólo El se mueve a mi favor para socorrerme. Cuando me hallaba en delitos y pecados, fue El Dios desde su eternidad que preparo en si mismo un refugio para mi.
Su Amor por la humanidad es tanto que hizo que aún la naturaleza respondiera a sus necesidades.
La lluvia que cae y nutre la tierra, para que el hombre pueda de ella tomar el fruto…
El sol que sale en Cada mañana para hacer que su luz alumbre y así cuida de nosotros…
No saben que si el sol no se subiera a su lugar cada mañana el ser humano dejaría de ser. La luz del sol produce todo lo necesario para que se establezca el oxígeno en nuestro planeta. Es ese sol que alimenta los árboles que producen ese oxígeno que nos mantiene vivos.
Es que nuestra mente tan finita no se deleita en mirar la naturaleza creada por Amor. El calor de ese sol ayuda a mantener nuestro cuerpo saludable. Produce vitamina D para que nos sintamos con bienestar.
Mantiene equilibrio en el ambiente y en nuestra atmósfera para que podamos ejercer las fuerzas cada día.
El Salmo 19 nos dice bien, Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
El Dios Eterno se manifestó no sólo en el sol, sino en el agua. Pues el agua sostiene el ser humano. El cuerpo del ser humano es compuesto de 85 por ciento de agua. Sin El agua no podemos existir. El corazón, los pulmones, los riñones y todos los sistemas del cuerpo se mueven por la sangre. Y la sangre es vida. Y en la sangre esta esa agua que nos sostiene.
Cristo es esa Agua que salta para vida eterna. En Juan 4:14-15,
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Cristo Jesús es ese Sol de nuestra justicia. El es el Agua que nos da vida. En este día te invito a que medites en El. Y que sientas el calor de su presencia. Que bebas de su fuente y así nunca más Tendras sed en el alma.
El alumbre tu vida y sacie tu sed.
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