Publicado por Hna. Deborah Negron
Enero 22, 2019
Hay personas que han sido de tanta influencia en nuestras vidas, que nos enseñan unas lecciones muy valiosas, en este caminar de Fe. A través de como le responden a las tribulaciones que son parte de nuestra existencia en este mundo, estos nos muestran su sincera dedicación al Señor.
Mi Tío, Ángel, hermano de mi mamá, es uno de estos siervos que ha sido una carta abierta y un testimonio de la fidelidad y el poder del Señor para sostenernos en los días más difíciles de la vida.
Mi Tío Ángel ha tenido tantos días de dolor y de pérdidas en su vida. Primero enterro a su amada esposa de 39 años, cuando ella falleció años atrás. Luego a su hija mayor Sandra y a su hijo mayor Francisco. Este fin de semana acaba de perder a su hijo menor John. Ha sido una serie de pérdidas y dolor y tristeza. En medio de todo esto mi Tío Ángel me dijo anoche, “Dios es mi fortaleza, El esta en control. El es mi porción y mi consuelo.”
Luego tocó una canción que el había escrito muchos años antes.
La evidencia de Cristo es maravillosa y tambien me hace consciente de que sólo El Santo Espíritu de Dios nos sostiene en los días de dolor.
Salmo 23:3-4
Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Gloria a Dios por su presencia.
Amen, Debbie
En el universo no hay nada que reemplace el amor, la justicia y la fortaleza se su Santo Espiritu.
LikeLike